LA VIDA DE CALABACÍN Y PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS, dos de las películas europeas de animación más premiadas y alabadas por la critica del pasado 2016 coinciden en su estreno en los cines españoles este ultimo fin de semana de febrero. Dos películas de animación extrañas y peculiares, una suiza y otra española, que compitieron el pasado año por el Premio a la Mejor Película Animada Europea 2016 y que tienen como protagonistas a niños huérfanos. Dos películas con técnicas diferentes que se alejan de los cánones de la animación convencional y que nos hablan de niños que lo han perdido todo y de como enfrentan la dura realidad en la que viven.
Calabacín es un nombre extraño para un niño de 9 años, aunque su historia es sorprendentemente universal. Su verdadero nombre es Ícaro, pero todos lo llaman Calabacín, un apodo que le puso su madre y que a él le gusta mucho. Tras el repentino fallecimiento de su madre, Calabacín se hace amigo de un simpático policía, Raymond, que lo llevará a su nuevo hogar de acogida con otros niños huérfanos de su edad. Calabacín lucha al principio por adaptarse al extraño y hostil ambiente. Con la ayuda de Raymond y de sus nuevos amigos, Calabacín aprenderá a amar y a confiar en los demás.
LA VIDA DE CALABACÍN es una cinta de animación en stop-motion. Los muñecos de la película tienen unos 25cm y están hechos combinando varios materiales (espuma de látex para el pelo, silicona para los brazos, resina para la cara, tejido cosido a mano para la ropa) articulados alrededor del esqueleto y adaptados a la morfología de cada personaje.
LA VIDA DE CALABACÍN es la opera prima de su director Claude Barras. Antes de dirigir su primera película dirigió varios cortos incluyendo 'El genio de la lata de raviolis', que recibió numerosos premios en festivales de cine de todo el mundo. La conexión única de Claude Barras con la infancia transciende las diferencias de edad y tiempo, tiene la capaciad de hacer reír y llorar a la vez. Sus historias están llenas de realismo y fantasía, humor y poesía.
Claude Barras se enamoreó perdidamente del libro de Gilles Paris, un coming-of-age tierno y poético. "La historia y su tono me llevaron de vuelta a mi infancia y me recordaron mis primeras y emocionantes palpitaciones y salidas al cine donde veía 'Los 400 golpes', 'Remi, el niño de nadie' (El niño sin hogar), 'Belle and Sebastian', 'Heidi' e incluso 'Bambi'. Con esta película quería compartir con el público de hoy en día un poco de esas maravillosas y formativas emociones que educaron y dieron forma a mi vida".
Pero LA VIDA DE CALABACÍN es también, y sobre todo, un hogar para todos los niños maltratados que intentan sobrevivir día a día. Calabacín, nuestro héroe, ha pasado por multitud de dificultades y, tras la perdida de su madre, piensa que está solo en el mundo. Pero en su nueva vida en el hogar de acogida esto cambiará: tendrá un grupo de amigos en lo que de verdad puede confiar, se enamorará, y por qué no, será feliz algún día. Aún tiene muchas cosas que aprender en la vida. Este mensaje, simple y profundo a la vez, le parece esencial a su director para transmitir a los niños. El deseo de compartir este mensaje fue lo que le llevó a dirigir esta película de esta forma.
Claude Barras quería adaptar el libro de Gilles Paris porque quería hacer una película sobre niños que se dirigiera a niños maltratados como remedio a los abusos que sufren día a día, una película de entretenimiento que te hiciera reír y llorar, pero sobre todo una película firmemente comprometida que pasa aquí y ahora y nos habla sobre la fuerza de adaptación entre un grupo de amigos. Una película que abogara por la empatía, camaradería, tolerancia y confidencias.
En el cine contemporáneo los orfanatos se han representado desde siempre como lugares de abuso, y el mundo exterior como la libertad ('Los 400 golpes', 'Los chicos del coro'). En LA VIDA DE CALABACÍN eso se invierte: el abuso se sufre en el exterior y el orfanato es un lugar de apaciguamiento y reconstrucción. Esto es lo que hace su narrativa clásica y moderna a la vez.
Dirigida a un público juvenil y adulto, PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS es una película de animación atípica que se sirve de la iconografía típica de las series de dibujos animados para narrar una intensa historia poética y social. PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS nos cuenta la lucha de sus dos protagonistas principales, BIRDBOY y DINKI, que intentan escapar del asfixiante ambiente que se respira en la isla donde viven, un lugar que perdió todo su esplendor a causa de un terrible accidente industrial. Tras esta terrible catástrofe ecológica, Birdboy y Dinki perdieron a sus padres. Al principio afrontaron juntos su dolor, pero Birdboy vive ahora aislado en el bosque, consumiéndose, y ajeno a Dinki que ha tomado la decisión de emprender un arriesgado viaje en busca de un lugar mejor. Birdboy tendrá que luchar contra sus demonios interiores si quiere unirse a Dinki a tiempo de ayudarla en su aventura y salvarse a sí mismo.
PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS es una fuerte historia de contrastes que combina una estética amable y minimalista con una historia adulta con una importante carga de crítica a la sociedad en que vivimos. La estética y la estructura narrativa de PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS son cercanas al cuento o la fábula, pero abordados desde una perspectiva iconoclasta. La historia, pese a transcurrir en un mundo fantástico, tiene unas referencias muy reales, manteniendo un fuerte paralelismo con la sociedad contemporánea en la que vivimos. Este anticuento, lejos de complacerse como modelo de iniciación a la madurez, se recrea en la desazón de la inadaptación. Hay mascotas repugnantes, niños agregados en pandillas criminales, BIRDBOY juega a la autodestrucción constantemente, el trío de amigos que pretende huir fuma “cigarrillos de la risa”. El desastre ecológico, el narcotráfico y la falta de expectativas laborales convierten la historia en una reflexión sobre esa sociedad no tan lejana y en la que no es difícil reconocer ciertas constantes del paisaje gallego y de los pueblos pesqueros del Norte de españa. La expansión del consumo de drogas en los años 80, especialmente de la heroína, que eliminó de forma rápida y traumática a toda una generación de jóvenes, fue uno de los factores inspiradores en la obra de Alberto Vázquez y tiene su reflejo en la película.
El deterioro de la naturaleza es uno de los temas principales de PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS. La contaminación exterior, producto de una terrible explosión, ha dejado su huella en los personajes, contaminándolos interiormente. Cuando la isla aún era un lugar habitable, DINKI era feliz con su familia y BIRDBOY iba a la escuela, los bosques eran frondosos y los mares estaban repletos de peces que sustentaban la vida diaria de la comunidad. Pero al cambiar de forma drástica el entorno, los protagonistas también sufren una profunda transformación.
El acabado gráfico de esta especial película de animación nos introduce dentro de una atmósfera de fábula infantil y el dibujo cumple una función de contraposición entre su carácter amable y lo desasosegador del mensaje. La elección de los escenarios intenta representar igualmente ese antimundo fabulístico: los bosques raquíticos aunque impenetrables, los mares procelosos aunque aparentemente calmos y sus habitantes, de encantadora apariencia pero a veces oscuro proceder.
LA VIDA DE CALABACÍN
LA VIDA DE CALABACÍN, adaptación de la novela de Gilles Paris 'Autobiographie d'une Courgette' (Autobiografía de un Calabacín), nos cuenta la historia de un niño de nueve años apodado Calabacín, que descubrirá la amistad, el amor y la confianza en los demás en un centro de acogida tras la muerte de su madre. Ganadora del Premio a la Mejor Película y del Premio del Público en el Festival de Animación de Annecy, del Premio del Público a la Mejor Película Europea del Festival de San Sebastián y del Premio a Mejor film de animación europeo 2016, LA VIDA DE CALABACÍN está nominada a Mejor Película de Animación en los Premios Oscar que se entregan esta semana, después de haber sido también nominada al Globo de Oro en la misma categoría.Calabacín es un nombre extraño para un niño de 9 años, aunque su historia es sorprendentemente universal. Su verdadero nombre es Ícaro, pero todos lo llaman Calabacín, un apodo que le puso su madre y que a él le gusta mucho. Tras el repentino fallecimiento de su madre, Calabacín se hace amigo de un simpático policía, Raymond, que lo llevará a su nuevo hogar de acogida con otros niños huérfanos de su edad. Calabacín lucha al principio por adaptarse al extraño y hostil ambiente. Con la ayuda de Raymond y de sus nuevos amigos, Calabacín aprenderá a amar y a confiar en los demás.
LA VIDA DE CALABACÍN es una cinta de animación en stop-motion. Los muñecos de la película tienen unos 25cm y están hechos combinando varios materiales (espuma de látex para el pelo, silicona para los brazos, resina para la cara, tejido cosido a mano para la ropa) articulados alrededor del esqueleto y adaptados a la morfología de cada personaje.
LA VIDA DE CALABACÍN es la opera prima de su director Claude Barras. Antes de dirigir su primera película dirigió varios cortos incluyendo 'El genio de la lata de raviolis', que recibió numerosos premios en festivales de cine de todo el mundo. La conexión única de Claude Barras con la infancia transciende las diferencias de edad y tiempo, tiene la capaciad de hacer reír y llorar a la vez. Sus historias están llenas de realismo y fantasía, humor y poesía.
Claude Barras se enamoreó perdidamente del libro de Gilles Paris, un coming-of-age tierno y poético. "La historia y su tono me llevaron de vuelta a mi infancia y me recordaron mis primeras y emocionantes palpitaciones y salidas al cine donde veía 'Los 400 golpes', 'Remi, el niño de nadie' (El niño sin hogar), 'Belle and Sebastian', 'Heidi' e incluso 'Bambi'. Con esta película quería compartir con el público de hoy en día un poco de esas maravillosas y formativas emociones que educaron y dieron forma a mi vida".
Pero LA VIDA DE CALABACÍN es también, y sobre todo, un hogar para todos los niños maltratados que intentan sobrevivir día a día. Calabacín, nuestro héroe, ha pasado por multitud de dificultades y, tras la perdida de su madre, piensa que está solo en el mundo. Pero en su nueva vida en el hogar de acogida esto cambiará: tendrá un grupo de amigos en lo que de verdad puede confiar, se enamorará, y por qué no, será feliz algún día. Aún tiene muchas cosas que aprender en la vida. Este mensaje, simple y profundo a la vez, le parece esencial a su director para transmitir a los niños. El deseo de compartir este mensaje fue lo que le llevó a dirigir esta película de esta forma.
Claude Barras quería adaptar el libro de Gilles Paris porque quería hacer una película sobre niños que se dirigiera a niños maltratados como remedio a los abusos que sufren día a día, una película de entretenimiento que te hiciera reír y llorar, pero sobre todo una película firmemente comprometida que pasa aquí y ahora y nos habla sobre la fuerza de adaptación entre un grupo de amigos. Una película que abogara por la empatía, camaradería, tolerancia y confidencias.
En el cine contemporáneo los orfanatos se han representado desde siempre como lugares de abuso, y el mundo exterior como la libertad ('Los 400 golpes', 'Los chicos del coro'). En LA VIDA DE CALABACÍN eso se invierte: el abuso se sufre en el exterior y el orfanato es un lugar de apaciguamiento y reconstrucción. Esto es lo que hace su narrativa clásica y moderna a la vez.
PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS
PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS, Goya a Mejor Película de Animación 2016 y nominada a Mejor Film de Animación Europeo 2016, es una película de animación dirigida por Alberto Vázquez y Pedro Rivero, a partir de la novela gráfica original del mismo título del propio Alberto Vázquez. Como largometraje, supone la culminación de un camino iniciado con el cortometraje 'Birdboy', que basado igualmente en dicha novela gráfica se alzó en 2012 con el Premio Goya. 'Birdboy' también fue preseleccionado para el premio Oscar en su categoría y obtuvo numeros reconocimientos en festivales nacionales e internacionales.Dirigida a un público juvenil y adulto, PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS es una película de animación atípica que se sirve de la iconografía típica de las series de dibujos animados para narrar una intensa historia poética y social. PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS nos cuenta la lucha de sus dos protagonistas principales, BIRDBOY y DINKI, que intentan escapar del asfixiante ambiente que se respira en la isla donde viven, un lugar que perdió todo su esplendor a causa de un terrible accidente industrial. Tras esta terrible catástrofe ecológica, Birdboy y Dinki perdieron a sus padres. Al principio afrontaron juntos su dolor, pero Birdboy vive ahora aislado en el bosque, consumiéndose, y ajeno a Dinki que ha tomado la decisión de emprender un arriesgado viaje en busca de un lugar mejor. Birdboy tendrá que luchar contra sus demonios interiores si quiere unirse a Dinki a tiempo de ayudarla en su aventura y salvarse a sí mismo.
PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS es una fuerte historia de contrastes que combina una estética amable y minimalista con una historia adulta con una importante carga de crítica a la sociedad en que vivimos. La estética y la estructura narrativa de PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS son cercanas al cuento o la fábula, pero abordados desde una perspectiva iconoclasta. La historia, pese a transcurrir en un mundo fantástico, tiene unas referencias muy reales, manteniendo un fuerte paralelismo con la sociedad contemporánea en la que vivimos. Este anticuento, lejos de complacerse como modelo de iniciación a la madurez, se recrea en la desazón de la inadaptación. Hay mascotas repugnantes, niños agregados en pandillas criminales, BIRDBOY juega a la autodestrucción constantemente, el trío de amigos que pretende huir fuma “cigarrillos de la risa”. El desastre ecológico, el narcotráfico y la falta de expectativas laborales convierten la historia en una reflexión sobre esa sociedad no tan lejana y en la que no es difícil reconocer ciertas constantes del paisaje gallego y de los pueblos pesqueros del Norte de españa. La expansión del consumo de drogas en los años 80, especialmente de la heroína, que eliminó de forma rápida y traumática a toda una generación de jóvenes, fue uno de los factores inspiradores en la obra de Alberto Vázquez y tiene su reflejo en la película.
El deterioro de la naturaleza es uno de los temas principales de PSICONAUTAS, LOS NIÑOS OLVIDADOS. La contaminación exterior, producto de una terrible explosión, ha dejado su huella en los personajes, contaminándolos interiormente. Cuando la isla aún era un lugar habitable, DINKI era feliz con su familia y BIRDBOY iba a la escuela, los bosques eran frondosos y los mares estaban repletos de peces que sustentaban la vida diaria de la comunidad. Pero al cambiar de forma drástica el entorno, los protagonistas también sufren una profunda transformación.
El acabado gráfico de esta especial película de animación nos introduce dentro de una atmósfera de fábula infantil y el dibujo cumple una función de contraposición entre su carácter amable y lo desasosegador del mensaje. La elección de los escenarios intenta representar igualmente ese antimundo fabulístico: los bosques raquíticos aunque impenetrables, los mares procelosos aunque aparentemente calmos y sus habitantes, de encantadora apariencia pero a veces oscuro proceder.
No hay comentarios :
Publicar un comentario