Luca Guadagnino (‘Call Me by Your Name’), sin duda uno de los directores del momento, dirige SUSPIRIA, una perturbadora y original versión del clásico de culto de 1977 de Dario Argento. La película tendrá su estreno en España el próximo 5 de diciembre tras ser la encargada de inaugurar la 51ª edición del Festival de Sitges el pasado 4 de octubre y competir en la sección oficial de la 75 edición del Festival de Venecia el pasado 1 de septiembre.
SUSPIRIA supone la incursión en el cine giallo de Luca Guadagnino, que se ha convertido en uno de los directores más aclamados de la actualidad tras ‘Yo soy el amor’, ‘Cegados por el sol’ y la más reciente, ‘Call me by your name’, nominada al Oscar y al Globo de Oro a Mejor Película.
Encabezan el reparto de la película: Dakota Johnson (Trilogía ‘Cincuenta sombras de Grey’), Tilda Swinton (‘Tenemos que hablar de Kevin’, ‘Doctor Strange’), Chloë Grace Moretz (‘Kick-Ass’, ‘Déjame entrar (Let Me In)’), Mia Goth (‘Nymphomaniac’ ‘La Cura del Bienestar’) y Jessica Harper, protagonista de la original. Producida por Amazon Studios, con música de Thom York, líder de Radiohead, y fotografía de Sayombhu Mukdeeprom (‘Call me by your name’), SUSPIRIA promete ser una de las películas del año.
En este cautivador thriller psicológico, la bailarina americana Susie Bannion llega al Berlín de los años 70 esperando unirse a la mundialmente conocida Compañía de Danza Helena Markos. En su primer ensayo, Susie deslumbra a la famosa coreógrafa de la compañía, Madame Blanc, con su talento, ascendiendo al puesto de bailarina principal. Olga, la anterior líder, se derrumba y acusa a las “Madres” que dirigen la compañía de ser brujas. Pero antes de que pueda huir, es capturada y torturada por una misteriosa fuerza conectada de algún modo al baile de Susie. A pesar de estas señales de advertencia iniciales, Susie continúa su ascenso hasta la cima. A medida que los ensayos continúan para la actuación final de la compañía, Susie y Madame Blanc se vuelven extrañamente cercanas, sugiriendo que el propósito de Susie en la compañía va más allá de la danza.
Mientras tanto, el psicoterapeuta Dr. Klemperer descubre un inquietante diario de su paciente, una bailarina de la academia Markos llamada Patricia. En el diario descubre una antigua religión demoníaca practicada por las Madres. Después de que Patricia desparezca misteriosamente, el doctor trata de alertar a la policía, pero no consigue que le escuchen. Entonces, decide acercarse a Sara, otra de las bailarinas de la compañia cautivada y extrañada por las historia del psicoterapeuta Sara se aventura a las profundidades de las habitaciones ocultas del estudio de danza, donde extraños y terroríficos hallazgos la esperan.
Todos los días, los niños cruzaban por el desértico pueblo de Cesenatico, y fue ahí donde el futuro nominado al Oscar vio el cartel del clásico de terror de Argento en 1977 colgado enfrente de un teatro cerrado y dejó una huella imborrable en él.
“No sabía de qué iba”, recuerda. “No sabía que el título era latín. Pero la imagen era tan poderosa que empecé a interesarme más y más. Caminábamos por el pueblo diariamente, pero el único momento que realmente me importaba era pasar al lado del cine para poder admirar el póster otra vez. Así es como descubrí a Diario Argento y ‘Suspiria’. Ahí se forjó una de mis identidades primarias, como creador y como hombre.”
Durante años, Guadagnino supo poco más sobre ‘Suspiria’ más allá de esa sorprendente imagen y el nombre del director. Pero a la edad de 13 años, se topó con la emisión de ‘Suspiria’ en la televisión pública italiana justo cuando su familia estaba a punto de sentarse a cenar.
“Dije: ‘no quiero comer’, y me encerré solo en una habitación para verla”, dice. La película fue todo lo que imaginó y mucho más. “Estaba aterrado y excitado por su descaro, su formal atrevimiento, la música, el evocador poder del concepto de las brujas. Esta película tuvo un impacto tan enorme en mí que empecé a pensar: ‘quiero verla otra vez. Quiero leer más sobre ella’. Incluso fui a la biblioteca pública a buscar periódicos del momento en el que se estrenó.”
No pasó mucho tiempo antes de que Guadagnino empezara a fantasear sobre versionar la película. “Tenía cuadernos en los que escribía: ‘Suspiria por Luca Guadagnino’. Influenciado por la película de Dario, empecé a pensar en una ‘Suspiria’ que fuese mía”.
Ahora, como continuación a la película más aclamada de su carrera, ‘Call Me by Your Name’, Guadagnino finalmente ha hecho realidad su sueño cinematográfico más antiguo, un profundo y personal homenaje a la película que lo inspiró desde niño.
Tilda Swinton, una de las principales estrellas de cine y habitual colaboradora de Guadagnino, llama a la nueva SUSPIRIA una “nueva versión ‘cover’” en lugar de un “remake”. “Como sabemos, en la música, las ‘covers’ normalmente suenan muy diferente a la canción original”, dice la actriz. “El impulso de hacer esta película viene de un profundo afecto por el incomparable clásico de Argento. Estoy muy feliz de que Luca finalmente haya materializado lo que había empezado a visualizar hace tantos años”.
La película fue también producida por Brad Fischer. “Es un maravilloso giro del destino que podamos hacer una película como ésta en el Hollywood de hoy”, dice Fischer, “y el mérito de esto pertenece tanto a Luca como al equipo de K. Period y Amazon – Ted Hope y Scott Foundas en particular – cuyo apoyo a los realizadores visionarios es lo que realmente lo hizo posible”.
Para escribir el guion, Guadagnino contrató al escritor americano David Kajganich, quien recuerda el impacto al ver la película de Argento por primera vez. “Es como ser arrastrado a una lámpara de lava por un lunático y ser apuñalado hasta la muerte”, se ríe. “Es amarga. Es desconcertante. Recuerdo que me chocó que la ausencia de una historia lógica no impidió que mucha gente la viese. Te golpea y dada la complejidad y profundidad del film considero que es un gran logro”.
El escritor y el director acordaron que la nueva película tendría lugar en 1977, el año en el que la película de Argento se estrenó. “Era una forma de poder traer contexto social a la historia”, dice Kajganich.
El guion empieza con la mima premisa que la original: una joven bailarina americana llamada Susie comienza a bailar en una compañía de danza alemana que secretamente acoge a un aquelarre de brujas. Pero mientras la original tiene lugar en la pequeña ciudad alemana de Freiburg, la versión de Guadagnino se establece en el dividido Berlín de la Guerra Fría, en un momento en el que el terror y el miedo está muy presente.
Kajganich añade: “En aquel momento, existía una creciente ira en las juventudes alemanas respecto a lo que sus padres y abuelos habían perpetrado en Europa con la guerra, lo cual las generaciones más ancianas no habían llegado a entender – y mucho menos asumían la responsabilidad por ello”.
Guadagnino llama a la historia “una fábula de un tiempo y lugar muy específicos, donde el pasado fue tan oscuro que la película va de la mano con la oscuridad de este”. Añade que la película refleja el feminismo que creció en Europa en los años 70 “del modo en el que describimos la arquetípica figura de la bruja y la forma en que la película muestra una variedad de personajes femeninos y empodera y des victimiza a la mujer”.
El estilo visual de la película fluyó orgánicamente desde el lugar de rodaje, de acuerdo con Guadagnino. “Queríamos contar una historia ambientada en Berlín, en 1977, y queríamos hacer una película de esa época, como si estuviésemos allí, que es la misma actitud que tomé para retratar los años 80 en ‘Call Me by Your Name’”.
El director fue especialmente inspirado por el trabajo de Fassbinder, el prolífico director alemán cuya gran obra incluye ‘El matrimonio de Maria Braun’, ‘La ansiedad de Veronika Voss’ y ‘Berlin Alexanderplatz’. “Queríamos incluir elementos que fuesen de ese periodo y que pertenecieran a ese lugar”. La paleta incluye una variedad de grises, marrones, colores oxidados y azules y verdes pálidos. Realmente queríamos que fuese un reflejo del momento y del cine alemán de la época.”
Según la directora de producción Inbal Weinberg: “la película de Argento es, claro está, una icónica película de terror con una apariencia y un esquema cromático muy estilizado, pero es hija de su tiempo y demasiado única para recrearla. En su lugar, Luca y yo acordamos que nuestra película debería tener una cualidad realista, y queríamos yuxtaponer ese realismo a los elementos sobrenaturales que se exponen en la película. Sentimos que cuanto más auténtico fuese el ambiente, mayor miedo daría cuando las cosas empezasen a ir mal.”
Para investigar el proyecto, Weinberg voló a Berlín, donde visitó museos y restos del Muro de Berlín, además de devorar libros y películas de la época. Aunque muchas de las escenas de exterior en la película se grabaron en Alemania, la mayoría de los interiores, incluidos los del edificio de la compañía de danza, se grabaron en un hotel abandonado en las montañas en el norte de Italia.
“Después de ver varias alternativas decidimos grabar ahí, a pesar del estado ruinoso”, dice Weinberg. Sólo para hacer el edificio habitable fueron necesarias grandes reformas del sistema eléctrico y de las cañerías e, incluso, lainstalación de calefacción. “Tuvimos que quitar escombros y arreglar las paredes y los techos que se habían derrumbado. ¡Y todo esto antes de que empezásemos a diseñar los escenarios!”
“El inmenso esfuerzo tuvo su recompensa al final”, dice Guadagnino. Incluso con todas las mejoras, las condiciones fueron difíciles durante el rodaje, especialmente en invierno. “Ciertamente, fue un desafío rodar allí, pero de algún modo encajaba con nuestra película a la perfección. Estoy seguro de que la oscuridad de la trama penetró en los muros y viceversa”.
Guadagnino elogia el trabajo de su diseñadora de vestuario, Giulia Piersanti: “Giulia creó todas estas piezas que vemos en la película. Fue magnífica a la hora de asegurarse de que cada atuendo mostrase la personalidad del personaje y la época.” Además de utilizar la apagada paleta cromática de la película, Piersanti se las apañó para augurar sutilmente el explosivo clímax final. “El color es muy importante para mí”, dice la diseñadora. “Normalmente uso mis colores favoritos: marrones lodosos, beiges y verde militar, los cuales también son fieles a la investigación visual de la época y el lugar. También quería acentos rojos para dar un sentido de lo que está por llegar.”
Piersanti agradece a Guadagnino el inspirarla a hacer uno de sus trabajos más creativos y originales. “Él es la persona más inteligente, ingeniosa, talentosa e interesante que conozco, y esto se demuestra en su trabajo como director. Luca es un verdadero maestro y SUSPIRIA tiene una personalidad que no puedo comparar con nada más.”
El proyecto dirigió a Guadagnino hasta Damien Jalet, un coreógrafo francés y belga de 41 años. “Queríamos a alguien que tuviese un instinto primario radical y además resulta que Damien también era un gran fan de la película de Dario”, dice el director.
Johnson comenzó a ensayar mientras grababa ‘Cincuenta Sombras Liberadas’ en Vancouver. Después de que Jalet se uniese al proyecto, Johnson pasó tres semanas en Varese, Italia, trabajando ocho horas diarias con otros bailarines. “Bailé cuando era más joven durante unos 10 años, por suerte tenía un poco de experiencia y mi cuerpo tiene memoria muscular. Y puedo comprender y captar rapidamente las coreografías, así que eso fue un plus increíble para mí”. “Para el baile de la audición al inicio de la película, tenemos un poco de ballet, un poco de lírico y jazz, y luego tienes también danza expresionista alemana”, añade.
Goth también pasó meses entrenando junto a Johnson para aprender los complicados bailes de la película. “Fue un proceso largo, pero realmente gratificante”, afirma. “No tenía demasiada experiencia con el baile, no sabía exactamente lo que iba a conllevar, pero mi respeto por la danza no puede ser más alto. Trabajan muy duro, en ocasiones durante 10 horas al día.”
Johnson coincide: “los bailarines son algunas de las personas más extraordinarias que he conocido. Tenía dos bailarines asignados para ayudarme a mover mi cuerpo y encontrar la mejor manera de aprender la coreografía, y para las cosas que no podía hacer, tenía a una doble de cuerpo increíble llamada Tonya que era brillante. Los bailarines eran muy pacientes conmigo, muy serviciales y hábiles. Es increíble ver la preciosa conexión que tienen con sus cuerpos, y espero haberlo mostrado en mi actuación.”
Johnson lo dio todo en las secuencias de baile, y admite que eso tuvo un precio: de hecho, uno de los bailes clave de la película la envió al hospital. “Forcé mi espalda de un modo terrible en la última toma de una de las escenas”, dice Johnson. “Sentí que se me había separado el torso de las piernas. No es un trabajo delicado. Estás siendo muy brusco contigo mismo, y de repente te comportas como un bailarín profesional sin serlo.”
La secuencia que lesionó a Johnson es ya una de las más notorias de la película. Un logro de Walter Fasano, el amigo y editor de Guadagnino. Se trata de una clase maestra de ‘cross-cutting’: mientras Susie baila bajo la mirada de Blanc, un vínculo sobrenatural se forma entre ella y Olga (Elena Fokina), un miembro del aquelarre que se ha atrevido a ir en contra de las brujas. Olga se encuentra atrapada en una cercana habitación de espejos y en cada movimiento que hace Susie en su baile, las extremidades de Olga se mueven violentamente en contra de su voluntad, desgarrando su cuerpo.
De acuerdo con Fasano, esta escena fue una de las más desafiantes y de las que más tiempo consumió en la edición de la película. “Desde el inicio hasta el primer borrador de la secuencia, creo que nos llevó casi seis semanas conseguir editar esos tres minutos”, dice el editor, quien trabajó junto a Jalet para analizar los movimientos de las bailarinas y crear conexión entre Johnson y Fokina.
“Me encantó esa escena desde el principio”, dice Jalet, “porque en una habitación, el baile celebra la fuerza de la vida, y en la otra, se celebra la destrucción, la muerte. Es un Eros-Thanatos pas de deux. Supongo que por eso la escena es profundamente perturbadora. Es repugnante y atractiva al mismo tiempo. Te horroriza, pero no puedes dejar de mirar”.
Pero el director, con el tiempo, se convenció de que una música original era precisamente lo que su película necesitaba. “Había algo en la energía de la película que estaba buscando – el miedo, el mal, la humanidad”, dice. “Así que empecé a pensar: ¿qué tal una banda sonora que integre una poderosa modernidad?”
Para ello, Guadagnino acudió a Thom Yorke, quien había lanzado algunos de los álbumes más aclamados de todos los tiempos con su banda Radiohead. SUSPIRIA es el debut de Yorke como compositor de banda sonora, aunque su compañero de banda Jonny Greenwood fue nominado al Oscar el año pasado por componer la partitura para ‘El Hilo Invisible’, de Paul Thomas Anderson.
“Thom tiene profundidad y una dedicación absoluta a su música, y también una incansable curiosidad, que hacen de él la voz musical de nuestra generación”, dice Guadagnino. “Al mismo tiempo, es alguien que nunca se ha sentido intimidado por la música implacable y perturbadora. Sabía que sería el autor adecuado para crear la música de nuestra película”.
Yorke se comprometió absolutamente con el proyecto, mandando pistas al equipo incluso antes de que SUSPIRIA empezase a rodarse. “Fue una experiencia extraordinaria”, dice Guadagnino. “Me ayudó a mí, al reparto, y al editor Walter a crear y construir lo teníamos en la cabeza”.
SUSPIRIA supone la incursión en el cine giallo de Luca Guadagnino, que se ha convertido en uno de los directores más aclamados de la actualidad tras ‘Yo soy el amor’, ‘Cegados por el sol’ y la más reciente, ‘Call me by your name’, nominada al Oscar y al Globo de Oro a Mejor Película.
Encabezan el reparto de la película: Dakota Johnson (Trilogía ‘Cincuenta sombras de Grey’), Tilda Swinton (‘Tenemos que hablar de Kevin’, ‘Doctor Strange’), Chloë Grace Moretz (‘Kick-Ass’, ‘Déjame entrar (Let Me In)’), Mia Goth (‘Nymphomaniac’ ‘La Cura del Bienestar’) y Jessica Harper, protagonista de la original. Producida por Amazon Studios, con música de Thom York, líder de Radiohead, y fotografía de Sayombhu Mukdeeprom (‘Call me by your name’), SUSPIRIA promete ser una de las películas del año.
En este cautivador thriller psicológico, la bailarina americana Susie Bannion llega al Berlín de los años 70 esperando unirse a la mundialmente conocida Compañía de Danza Helena Markos. En su primer ensayo, Susie deslumbra a la famosa coreógrafa de la compañía, Madame Blanc, con su talento, ascendiendo al puesto de bailarina principal. Olga, la anterior líder, se derrumba y acusa a las “Madres” que dirigen la compañía de ser brujas. Pero antes de que pueda huir, es capturada y torturada por una misteriosa fuerza conectada de algún modo al baile de Susie. A pesar de estas señales de advertencia iniciales, Susie continúa su ascenso hasta la cima. A medida que los ensayos continúan para la actuación final de la compañía, Susie y Madame Blanc se vuelven extrañamente cercanas, sugiriendo que el propósito de Susie en la compañía va más allá de la danza.
Mientras tanto, el psicoterapeuta Dr. Klemperer descubre un inquietante diario de su paciente, una bailarina de la academia Markos llamada Patricia. En el diario descubre una antigua religión demoníaca practicada por las Madres. Después de que Patricia desparezca misteriosamente, el doctor trata de alertar a la policía, pero no consigue que le escuchen. Entonces, decide acercarse a Sara, otra de las bailarinas de la compañia cautivada y extrañada por las historia del psicoterapeuta Sara se aventura a las profundidades de las habitaciones ocultas del estudio de danza, donde extraños y terroríficos hallazgos la esperan.
EL SUEÑO DE GUADAGNINO
Luca Guadagnino fue cautivado por Dario Argento cuando tenía 10 años. Primero descubrió el póster de ‘Suspiria’ en un teatro al norte de Italia, donde Guadagnino había sido enviado a un campamento de verano. “Fue un momento duro para mí”, confiesa. “No era el popular; yo era el tímido. Ya mostraba una pasión por cosas que no atraen a los niños, como el cine, y una atracción por lo morboso”.Todos los días, los niños cruzaban por el desértico pueblo de Cesenatico, y fue ahí donde el futuro nominado al Oscar vio el cartel del clásico de terror de Argento en 1977 colgado enfrente de un teatro cerrado y dejó una huella imborrable en él.
“No sabía de qué iba”, recuerda. “No sabía que el título era latín. Pero la imagen era tan poderosa que empecé a interesarme más y más. Caminábamos por el pueblo diariamente, pero el único momento que realmente me importaba era pasar al lado del cine para poder admirar el póster otra vez. Así es como descubrí a Diario Argento y ‘Suspiria’. Ahí se forjó una de mis identidades primarias, como creador y como hombre.”
Durante años, Guadagnino supo poco más sobre ‘Suspiria’ más allá de esa sorprendente imagen y el nombre del director. Pero a la edad de 13 años, se topó con la emisión de ‘Suspiria’ en la televisión pública italiana justo cuando su familia estaba a punto de sentarse a cenar.
“Dije: ‘no quiero comer’, y me encerré solo en una habitación para verla”, dice. La película fue todo lo que imaginó y mucho más. “Estaba aterrado y excitado por su descaro, su formal atrevimiento, la música, el evocador poder del concepto de las brujas. Esta película tuvo un impacto tan enorme en mí que empecé a pensar: ‘quiero verla otra vez. Quiero leer más sobre ella’. Incluso fui a la biblioteca pública a buscar periódicos del momento en el que se estrenó.”
No pasó mucho tiempo antes de que Guadagnino empezara a fantasear sobre versionar la película. “Tenía cuadernos en los que escribía: ‘Suspiria por Luca Guadagnino’. Influenciado por la película de Dario, empecé a pensar en una ‘Suspiria’ que fuese mía”.
Ahora, como continuación a la película más aclamada de su carrera, ‘Call Me by Your Name’, Guadagnino finalmente ha hecho realidad su sueño cinematográfico más antiguo, un profundo y personal homenaje a la película que lo inspiró desde niño.
Tilda Swinton, una de las principales estrellas de cine y habitual colaboradora de Guadagnino, llama a la nueva SUSPIRIA una “nueva versión ‘cover’” en lugar de un “remake”. “Como sabemos, en la música, las ‘covers’ normalmente suenan muy diferente a la canción original”, dice la actriz. “El impulso de hacer esta película viene de un profundo afecto por el incomparable clásico de Argento. Estoy muy feliz de que Luca finalmente haya materializado lo que había empezado a visualizar hace tantos años”.
EL CAMINO HASTA SUSPIRIA
El productor italiano Marco Morabito ha trabajado junto a Guadagnino durante más de 10 años para ayudarle a realizar su sueño. “’ SUSPIRIA y ‘Yo Soy el Amor’ fueron los primeros proyectos que decidimos desarrollar cuando empezamos a trabajar juntos hace mucho tiempo”, dice. “Llevó más de un año conseguir los derechos de la película. Fue la obsesión de Luca lo que nos empujó a no rendirnos”.La película fue también producida por Brad Fischer. “Es un maravilloso giro del destino que podamos hacer una película como ésta en el Hollywood de hoy”, dice Fischer, “y el mérito de esto pertenece tanto a Luca como al equipo de K. Period y Amazon – Ted Hope y Scott Foundas en particular – cuyo apoyo a los realizadores visionarios es lo que realmente lo hizo posible”.
Para escribir el guion, Guadagnino contrató al escritor americano David Kajganich, quien recuerda el impacto al ver la película de Argento por primera vez. “Es como ser arrastrado a una lámpara de lava por un lunático y ser apuñalado hasta la muerte”, se ríe. “Es amarga. Es desconcertante. Recuerdo que me chocó que la ausencia de una historia lógica no impidió que mucha gente la viese. Te golpea y dada la complejidad y profundidad del film considero que es un gran logro”.
El escritor y el director acordaron que la nueva película tendría lugar en 1977, el año en el que la película de Argento se estrenó. “Era una forma de poder traer contexto social a la historia”, dice Kajganich.
El guion empieza con la mima premisa que la original: una joven bailarina americana llamada Susie comienza a bailar en una compañía de danza alemana que secretamente acoge a un aquelarre de brujas. Pero mientras la original tiene lugar en la pequeña ciudad alemana de Freiburg, la versión de Guadagnino se establece en el dividido Berlín de la Guerra Fría, en un momento en el que el terror y el miedo está muy presente.
Kajganich añade: “En aquel momento, existía una creciente ira en las juventudes alemanas respecto a lo que sus padres y abuelos habían perpetrado en Europa con la guerra, lo cual las generaciones más ancianas no habían llegado a entender – y mucho menos asumían la responsabilidad por ello”.
Guadagnino llama a la historia “una fábula de un tiempo y lugar muy específicos, donde el pasado fue tan oscuro que la película va de la mano con la oscuridad de este”. Añade que la película refleja el feminismo que creció en Europa en los años 70 “del modo en el que describimos la arquetípica figura de la bruja y la forma en que la película muestra una variedad de personajes femeninos y empodera y des victimiza a la mujer”.
LA FOTOGRAFIA DE SUSPIRIA
Para grabar la película, Guadagnino se reunió con el director de fotografía Sayombhu Mukdeeprom, que ganó un Premio Independent Spirit por su trabajo en ‘Call Me by Your Name’. El invernal aspecto de la nueva SUSPIRIA difiere de la saturada apariencia de la película de Argento. “Mucha gente espera que la película sea de un color vívido como la original”, dice Mukdeeprom. “Pero después de leer el primer guion, empecé a ver la película a mi manera”.El estilo visual de la película fluyó orgánicamente desde el lugar de rodaje, de acuerdo con Guadagnino. “Queríamos contar una historia ambientada en Berlín, en 1977, y queríamos hacer una película de esa época, como si estuviésemos allí, que es la misma actitud que tomé para retratar los años 80 en ‘Call Me by Your Name’”.
El director fue especialmente inspirado por el trabajo de Fassbinder, el prolífico director alemán cuya gran obra incluye ‘El matrimonio de Maria Braun’, ‘La ansiedad de Veronika Voss’ y ‘Berlin Alexanderplatz’. “Queríamos incluir elementos que fuesen de ese periodo y que pertenecieran a ese lugar”. La paleta incluye una variedad de grises, marrones, colores oxidados y azules y verdes pálidos. Realmente queríamos que fuese un reflejo del momento y del cine alemán de la época.”
Según la directora de producción Inbal Weinberg: “la película de Argento es, claro está, una icónica película de terror con una apariencia y un esquema cromático muy estilizado, pero es hija de su tiempo y demasiado única para recrearla. En su lugar, Luca y yo acordamos que nuestra película debería tener una cualidad realista, y queríamos yuxtaponer ese realismo a los elementos sobrenaturales que se exponen en la película. Sentimos que cuanto más auténtico fuese el ambiente, mayor miedo daría cuando las cosas empezasen a ir mal.”
Para investigar el proyecto, Weinberg voló a Berlín, donde visitó museos y restos del Muro de Berlín, además de devorar libros y películas de la época. Aunque muchas de las escenas de exterior en la película se grabaron en Alemania, la mayoría de los interiores, incluidos los del edificio de la compañía de danza, se grabaron en un hotel abandonado en las montañas en el norte de Italia.
“Después de ver varias alternativas decidimos grabar ahí, a pesar del estado ruinoso”, dice Weinberg. Sólo para hacer el edificio habitable fueron necesarias grandes reformas del sistema eléctrico y de las cañerías e, incluso, lainstalación de calefacción. “Tuvimos que quitar escombros y arreglar las paredes y los techos que se habían derrumbado. ¡Y todo esto antes de que empezásemos a diseñar los escenarios!”
“El inmenso esfuerzo tuvo su recompensa al final”, dice Guadagnino. Incluso con todas las mejoras, las condiciones fueron difíciles durante el rodaje, especialmente en invierno. “Ciertamente, fue un desafío rodar allí, pero de algún modo encajaba con nuestra película a la perfección. Estoy seguro de que la oscuridad de la trama penetró en los muros y viceversa”.
Guadagnino elogia el trabajo de su diseñadora de vestuario, Giulia Piersanti: “Giulia creó todas estas piezas que vemos en la película. Fue magnífica a la hora de asegurarse de que cada atuendo mostrase la personalidad del personaje y la época.” Además de utilizar la apagada paleta cromática de la película, Piersanti se las apañó para augurar sutilmente el explosivo clímax final. “El color es muy importante para mí”, dice la diseñadora. “Normalmente uso mis colores favoritos: marrones lodosos, beiges y verde militar, los cuales también son fieles a la investigación visual de la época y el lugar. También quería acentos rojos para dar un sentido de lo que está por llegar.”
Piersanti agradece a Guadagnino el inspirarla a hacer uno de sus trabajos más creativos y originales. “Él es la persona más inteligente, ingeniosa, talentosa e interesante que conozco, y esto se demuestra en su trabajo como director. Luca es un verdadero maestro y SUSPIRIA tiene una personalidad que no puedo comparar con nada más.”
EL RITMO DE SUSPIRIA
Las secuencias de baile en SUSPIRIA son cruciales: deben hechizar al espectador hasta tal punto que creamos que los movimientos de las bailarinas están inducidos por una fuerza primigenia y poderosa. Para Guadagnino, encontrar el coreógrafo perfecto y la estética apropiada era primordial. “Quería salir de la idea de que ésta es una película sobre ballet”, dice Guadagnino. “Para mí, el radicalismo de la danza contemporánea era lo más importante. En la película, la danza está profundamente arraigada en la carne y la sangre de los personajes, y no quería captar solamente la belleza del movimiento. Quería que la danza fuese parte de quiénes son estas personas y cómo se comportan.”El proyecto dirigió a Guadagnino hasta Damien Jalet, un coreógrafo francés y belga de 41 años. “Queríamos a alguien que tuviese un instinto primario radical y además resulta que Damien también era un gran fan de la película de Dario”, dice el director.
Johnson comenzó a ensayar mientras grababa ‘Cincuenta Sombras Liberadas’ en Vancouver. Después de que Jalet se uniese al proyecto, Johnson pasó tres semanas en Varese, Italia, trabajando ocho horas diarias con otros bailarines. “Bailé cuando era más joven durante unos 10 años, por suerte tenía un poco de experiencia y mi cuerpo tiene memoria muscular. Y puedo comprender y captar rapidamente las coreografías, así que eso fue un plus increíble para mí”. “Para el baile de la audición al inicio de la película, tenemos un poco de ballet, un poco de lírico y jazz, y luego tienes también danza expresionista alemana”, añade.
Goth también pasó meses entrenando junto a Johnson para aprender los complicados bailes de la película. “Fue un proceso largo, pero realmente gratificante”, afirma. “No tenía demasiada experiencia con el baile, no sabía exactamente lo que iba a conllevar, pero mi respeto por la danza no puede ser más alto. Trabajan muy duro, en ocasiones durante 10 horas al día.”
Johnson coincide: “los bailarines son algunas de las personas más extraordinarias que he conocido. Tenía dos bailarines asignados para ayudarme a mover mi cuerpo y encontrar la mejor manera de aprender la coreografía, y para las cosas que no podía hacer, tenía a una doble de cuerpo increíble llamada Tonya que era brillante. Los bailarines eran muy pacientes conmigo, muy serviciales y hábiles. Es increíble ver la preciosa conexión que tienen con sus cuerpos, y espero haberlo mostrado en mi actuación.”
Johnson lo dio todo en las secuencias de baile, y admite que eso tuvo un precio: de hecho, uno de los bailes clave de la película la envió al hospital. “Forcé mi espalda de un modo terrible en la última toma de una de las escenas”, dice Johnson. “Sentí que se me había separado el torso de las piernas. No es un trabajo delicado. Estás siendo muy brusco contigo mismo, y de repente te comportas como un bailarín profesional sin serlo.”
La secuencia que lesionó a Johnson es ya una de las más notorias de la película. Un logro de Walter Fasano, el amigo y editor de Guadagnino. Se trata de una clase maestra de ‘cross-cutting’: mientras Susie baila bajo la mirada de Blanc, un vínculo sobrenatural se forma entre ella y Olga (Elena Fokina), un miembro del aquelarre que se ha atrevido a ir en contra de las brujas. Olga se encuentra atrapada en una cercana habitación de espejos y en cada movimiento que hace Susie en su baile, las extremidades de Olga se mueven violentamente en contra de su voluntad, desgarrando su cuerpo.
De acuerdo con Fasano, esta escena fue una de las más desafiantes y de las que más tiempo consumió en la edición de la película. “Desde el inicio hasta el primer borrador de la secuencia, creo que nos llevó casi seis semanas conseguir editar esos tres minutos”, dice el editor, quien trabajó junto a Jalet para analizar los movimientos de las bailarinas y crear conexión entre Johnson y Fokina.
“Me encantó esa escena desde el principio”, dice Jalet, “porque en una habitación, el baile celebra la fuerza de la vida, y en la otra, se celebra la destrucción, la muerte. Es un Eros-Thanatos pas de deux. Supongo que por eso la escena es profundamente perturbadora. Es repugnante y atractiva al mismo tiempo. Te horroriza, pero no puedes dejar de mirar”.
EL SONIDO DE SUSPIRIA
Guadagnino mayoritariamente no ha utilizado música original para acompañar sus anteriores películas, así que al principio se encontraba un poco reticente a trabajar con un compositor para crear una banda sonora original para SUSPIRIA. También sabía que quien hiciera la música sería comparado con Goblin, creadores de la icónica banda sonora de la película de Argento.Pero el director, con el tiempo, se convenció de que una música original era precisamente lo que su película necesitaba. “Había algo en la energía de la película que estaba buscando – el miedo, el mal, la humanidad”, dice. “Así que empecé a pensar: ¿qué tal una banda sonora que integre una poderosa modernidad?”
Para ello, Guadagnino acudió a Thom Yorke, quien había lanzado algunos de los álbumes más aclamados de todos los tiempos con su banda Radiohead. SUSPIRIA es el debut de Yorke como compositor de banda sonora, aunque su compañero de banda Jonny Greenwood fue nominado al Oscar el año pasado por componer la partitura para ‘El Hilo Invisible’, de Paul Thomas Anderson.
“Thom tiene profundidad y una dedicación absoluta a su música, y también una incansable curiosidad, que hacen de él la voz musical de nuestra generación”, dice Guadagnino. “Al mismo tiempo, es alguien que nunca se ha sentido intimidado por la música implacable y perturbadora. Sabía que sería el autor adecuado para crear la música de nuestra película”.
Yorke se comprometió absolutamente con el proyecto, mandando pistas al equipo incluso antes de que SUSPIRIA empezase a rodarse. “Fue una experiencia extraordinaria”, dice Guadagnino. “Me ayudó a mí, al reparto, y al editor Walter a crear y construir lo teníamos en la cabeza”.
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