La compañía Teatro defondo habita la sala Nave 73 todos los viernes, desde el 13 de noviembre y hasta el 18 de diciembre, con una joyita llamada ‘Los Atroces’. Una propuesta sorprendente que está basada en la saga griega de los Átridas y con dramaturgia y dirección escénica de Vanessa Martínez. Una historia de fantasmas familiares, la sucesión de errores cometidos en el pasado, la culpabilidad implícita, la justificación continua y un destino trágico, que puede mutar gracias a la posibilidad sanadora que acompaña a todo presente, es lo que encontramos en ‘Los Atroces’. Un trabajo actoral soberbio que respira complicidad, compromiso y amor. Les recuerdo que el 11 y el 18 de diciembre ‘Los Atroces’ volverán a Nave 73 que está situada en el céntrico barrio de Embajadores (C/ Palos de la Frontera, 5). Recomiendo que no se lo pierdan. No se lo pueden permitir.
Los Átridas, descendientes de Atreo en la mitología griega, fueron maldecidos por los dioses porque su linaje se fundó a partir de la sangre de Tiestes, hermano de Atreo, y su destino y el de los suyos estuvo marcado por canibalismo, parricidio, asesinatos, incesto y demás tropelías. Los Atroces son una familia española a lo largo del siglo XX y hasta nuestros días con una historia llena de 'lujuria, avaricia y muerte'. Con el retablo de Valle Inclán comparten la definición de ‘tragedia sombría, desarrollada entre forcejeos de codicia e impulsos de amor’. Una tragedia protagonizada por personajes cotidianos, una ‘tragedia cotidiana’ donde las acciones humanas sucumben ante poderosas fuerzas, caracterizadas por la tradición cristiana como pecados. Los personajes se ven guiados por sus sentimientos pero también por fuerzas ocultas y es ahí donde se deja ver la culpa. Orestes y Electra, últimos descendientes de esta familia de Atroces, lucharán contra ese pasado lleno de desolación y voracidad para seguir viviendo, para sanar y para no cometer los mismos errores que ha cometido su familia a lo largo de los años.
Nuria Benet, Mon Caballos, Pablo Huetos, Vicenç Miralles, Pedro Santos y Gemma Solé son los actores que dan vida a estos personajes que transitan, por la España rural, la industrial, la España en guerra, la de la dictadura, la transición, la del pelotazo y la globalizada, con precisión, sutileza y emoción. Un trabajo hermoso bajo la dirección maestra de Vanessa Martínez que vuelve con ‘Los Atroces’ a la esencia de Teatro defondo, un trabajo de investigación y creación colectiva y una vuelta a lo oscuro y tenebroso del alma humana que ya se encontraba en ‘Morgana Le Fay o la caída de la casa Pendragón (2004), ‘La duquesa de Malfi’ (2005), o ‘Macbeth’ (2010). Todos los actores realizan un trabajo magnífico pero quiero detenerme especialmente en dos. Pablo Huetos que además de actor es productor y socio fundador de la compañía Teatro defondo y Gemma Solé que lleva en sus genes la sangre de una diosa teatral llamada Berta Riaza. Pablo me llamó la atención por su profesionalidad y talento desde el primer ensayo de ‘Las Golondrinas’ (1999), un espectáculo dirigido por José Carlos Plaza en el que coincidimos. En 2002 fundó junto a Vanessa Martínez Teatro defondo y con ‘Los Atroces’ son ya catorce producciones y otras muchas fuera de su compañía, en las que realiza trabajos comprometidos y valientes, y lo más hermoso es ver como un trabajo supera al siguiente, siempre en continuo crecimiento. Gemma Solé es una actriz que no ha dejado de trabajar desde aquel fantástico espectáculo de ‘La zorra ilustrada’ de Pedro Víllora (2001). Una actriz ‘hormiguita’, trabajadora incansable, luchadora, luminosa y que brilla tanto en comedia como en drama. En ‘Los Atroces’ Gemma Solé está inmensa.
La Compañía Teatro defondo se crea en 2002 y se presenta con ‘El Desdén con el desdén’. Para llegar a ‘Los Atroces’ (2015), Vanessa Martínez y Pablo Huetos han recorrido un extenso camino, han dedicado su vida al teatro y han sido generosos y valientes con cada uno de los equipos que han ido formando sus espectáculos. Desde ‘Sanedrín 54’ (2003) a ‘Un sueño de una noche de verano’ (2012) pasando por la mencionada ‘La duquesa de Malfi’ (2005), ‘El maestro de danzar’ (2006), ‘Don Juan’ (2007), o ‘Mucho ruido y pocas nueces’ (2008). En 2014 fueron finalistas como mejor espectáculo musical en los XVIII Premios Max por la magnífica ‘La ópera del Malandro’, y en 2015 también se estrenó con enorme éxito ‘La intrusa’,versión y dirección de Vanessa Martínez, dentro del proyecto ‘Trilogía de la ceguera’ para el CDN. Muchos premios en festivales y certámenes, nominaciones para sus actores en los Premios Unión de Actores y el éxito de público avalan el trabajo de esta compañía.
También quiero resaltar el trabajo de todo el equipo de ‘Los Atroces’, especialmente el de Almudena Vello como responsable de la escenografía y el de Val Barreto como responsable del vestuario.
Gracias a todos y a cada uno de vosotros por este hermoso trabajo, por hacernos pensar, sentir y servirnos de espejo ante la complejidad humana. En el manifiesto de Teatro defondo "Reyes y peones" decís que 'el teatro alimenta el alma de una sociedad, y que cuanto más y mejor teatro se hace en una sociedad, más sanos son sus ciudadanos espiritual e intelectualmente'. Vosotros sois el ejemplo perfecto. Deseo que ‘Los Atroces’ tengan largo recorrido y mucho éxito. Enhorabuena Teatro defondo por haber dado en la diana.
Los Átridas, descendientes de Atreo en la mitología griega, fueron maldecidos por los dioses porque su linaje se fundó a partir de la sangre de Tiestes, hermano de Atreo, y su destino y el de los suyos estuvo marcado por canibalismo, parricidio, asesinatos, incesto y demás tropelías. Los Atroces son una familia española a lo largo del siglo XX y hasta nuestros días con una historia llena de 'lujuria, avaricia y muerte'. Con el retablo de Valle Inclán comparten la definición de ‘tragedia sombría, desarrollada entre forcejeos de codicia e impulsos de amor’. Una tragedia protagonizada por personajes cotidianos, una ‘tragedia cotidiana’ donde las acciones humanas sucumben ante poderosas fuerzas, caracterizadas por la tradición cristiana como pecados. Los personajes se ven guiados por sus sentimientos pero también por fuerzas ocultas y es ahí donde se deja ver la culpa. Orestes y Electra, últimos descendientes de esta familia de Atroces, lucharán contra ese pasado lleno de desolación y voracidad para seguir viviendo, para sanar y para no cometer los mismos errores que ha cometido su familia a lo largo de los años.
Nuria Benet, Mon Caballos, Pablo Huetos, Vicenç Miralles, Pedro Santos y Gemma Solé son los actores que dan vida a estos personajes que transitan, por la España rural, la industrial, la España en guerra, la de la dictadura, la transición, la del pelotazo y la globalizada, con precisión, sutileza y emoción. Un trabajo hermoso bajo la dirección maestra de Vanessa Martínez que vuelve con ‘Los Atroces’ a la esencia de Teatro defondo, un trabajo de investigación y creación colectiva y una vuelta a lo oscuro y tenebroso del alma humana que ya se encontraba en ‘Morgana Le Fay o la caída de la casa Pendragón (2004), ‘La duquesa de Malfi’ (2005), o ‘Macbeth’ (2010). Todos los actores realizan un trabajo magnífico pero quiero detenerme especialmente en dos. Pablo Huetos que además de actor es productor y socio fundador de la compañía Teatro defondo y Gemma Solé que lleva en sus genes la sangre de una diosa teatral llamada Berta Riaza. Pablo me llamó la atención por su profesionalidad y talento desde el primer ensayo de ‘Las Golondrinas’ (1999), un espectáculo dirigido por José Carlos Plaza en el que coincidimos. En 2002 fundó junto a Vanessa Martínez Teatro defondo y con ‘Los Atroces’ son ya catorce producciones y otras muchas fuera de su compañía, en las que realiza trabajos comprometidos y valientes, y lo más hermoso es ver como un trabajo supera al siguiente, siempre en continuo crecimiento. Gemma Solé es una actriz que no ha dejado de trabajar desde aquel fantástico espectáculo de ‘La zorra ilustrada’ de Pedro Víllora (2001). Una actriz ‘hormiguita’, trabajadora incansable, luchadora, luminosa y que brilla tanto en comedia como en drama. En ‘Los Atroces’ Gemma Solé está inmensa.
La Compañía Teatro defondo se crea en 2002 y se presenta con ‘El Desdén con el desdén’. Para llegar a ‘Los Atroces’ (2015), Vanessa Martínez y Pablo Huetos han recorrido un extenso camino, han dedicado su vida al teatro y han sido generosos y valientes con cada uno de los equipos que han ido formando sus espectáculos. Desde ‘Sanedrín 54’ (2003) a ‘Un sueño de una noche de verano’ (2012) pasando por la mencionada ‘La duquesa de Malfi’ (2005), ‘El maestro de danzar’ (2006), ‘Don Juan’ (2007), o ‘Mucho ruido y pocas nueces’ (2008). En 2014 fueron finalistas como mejor espectáculo musical en los XVIII Premios Max por la magnífica ‘La ópera del Malandro’, y en 2015 también se estrenó con enorme éxito ‘La intrusa’,versión y dirección de Vanessa Martínez, dentro del proyecto ‘Trilogía de la ceguera’ para el CDN. Muchos premios en festivales y certámenes, nominaciones para sus actores en los Premios Unión de Actores y el éxito de público avalan el trabajo de esta compañía.
También quiero resaltar el trabajo de todo el equipo de ‘Los Atroces’, especialmente el de Almudena Vello como responsable de la escenografía y el de Val Barreto como responsable del vestuario.
Gracias a todos y a cada uno de vosotros por este hermoso trabajo, por hacernos pensar, sentir y servirnos de espejo ante la complejidad humana. En el manifiesto de Teatro defondo "Reyes y peones" decís que 'el teatro alimenta el alma de una sociedad, y que cuanto más y mejor teatro se hace en una sociedad, más sanos son sus ciudadanos espiritual e intelectualmente'. Vosotros sois el ejemplo perfecto. Deseo que ‘Los Atroces’ tengan largo recorrido y mucho éxito. Enhorabuena Teatro defondo por haber dado en la diana.
Me encanta ser hormiguita (qué buena memoria tienes), es lo que más me gusta de esta profesión. Gracias de nuevo ;)
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