La película británica THEIR FINEST, titulada en España como 'Su mejor historia', protagonizada por Gemma Arterton tendrá su estreno en España el próximo 30 de junio. THEIR FINEST es una comedia dirigida por la directora danesa Lone Scherfig ("An education", “Italiano para principiantes”) y está ambientada en Londres durante la Segunda Guerra Mundial mostrando el importante papel que jugó el cine para mantener la esperanza de una nación.
Con un guión de Gaby Chiappe, basado en la novela de Lissa Evans 'Their Finest Hour And A Half', la película nos sitúa en un Londres vacío de hombres que luchan en el frente, Catrin Cole es contratada para dar “un toque femenino” al guión de películas de propaganda. Su talento natural es detectado rápidamente por Buckley, el productor. Con la moral del país en juego, Catrin, Buckley y un extravagante equipo de rodaje trabajan para rodar una película que llegue a los corazones de la nación.
En medio de la terrible Segunda Guerra Mundial, con un número cada vez mayor de hombres enviados al frente a luchar por sus vidas, las bombas siguieron cayendo sin descanso sobre Londres. Aquellos que se quedaban, básicamente mujeres, niños y ancianos, necesitaban algo que les levantase la moral y con lo que pudiesen conectar de inmediato. Por este motivo las películas se convirtieron en un método fundamental para ayudar a levantar los ánimos de la nación durante este período deprimente.
Ir al cine era una oportunidad para entrar en contacto con el resto de la gente y una manera de recibir algo de esperanza y de optimismo, aunque el público estuviese pidiendo realismo.
Catrin Cole (Gemma Arterton), una guionista inteligente, tiene un trabajo que consiste en escribir diálogos de personajes femeninos (lo que sus compañeros guionistas masculinos denominan despectivamente “bazofia”), para películas de propaganda que debían reflejar el nuevo estado de ánimo de la nación y conseguir llegar a los corazones y a las cabezas de las mujeres, que se habían convertido, de manera creciente, en la mayor parte de la mano de obra. Tiene que trabajar junto a Buckley (Sam Claflin) su compañero guionista: una persona de carácter directo. Los dos se enamoran de una historia de aire patriótico: dos hermanas gemelas que salieron al mar en el desvencijado barco de su padre –un borracho- para rescatar a unos valientes soldados heridos en Dunkerque.
Catrin trata de mantener un compromiso con el realismo, con lo cual queda un poco disgustada cuando se entera de que la historia es en parte falsa. Sin embargo, teniendo en cuenta su obligación de levantar los ánimos del país y observando su situación económica precaria, decide ponerse a escribir la historia que la gente quiere oír. Mientras está inmersa en esta historia profunda y dramática, empieza a vivir una historia propia: la narradora no solo se convierte en alguien valorado, pasando a ser un auténtico activo para el Ministerio de Información -que tiene que aprobar todos los guiones- sino que también pasa a tener un gran atractivo para Buckley.
Mientras intenta encontrar su camino en esta complicada situación, sobre todo teniendo en cuenta que está casada, y que su marido es el pintor de temas bélicos Ellis (Jack Huston), decide trasladarse a la costa sudoeste para empezar la producción de la película. Al frente de los intérpretes del reparto esthan empezado a pasar algo del pasadoromrio, y teniendo que acomodarse a la realidad de que los ddo, pasando a ser un autl. á el actor dramático Ambrose Hilliard (Bill Nighy), egoísta aunque con mucho carisma, reticente a aceptar un papel de secundario, y teniendo que acomodarse a la realidad de que los días en que era el protagonista romántico de las películas ya pertenecen al pasado. Junto al actor está su nueva agente (Helen McCrory) que presiona al actor para que acepte este nuevo camino en su carrera. Ella es la hermana de su amigo y antiguo agente Sammy (Eddie Marsan), que ha muerto recientemente. En el reparto encontramos también a un heroico piloto americano: Carls Lundbeck (Jake Lacy). Es un actor no profesional que necesita hacer muchos ensayos y que en realidad ha sido contratado para alentar al público americano –y a todos los Estados Unidos- a que se incorpore a la guerra junto a Gran Bretaña en su lucha contra la Alemania nazi.
Mientras siguen trabajando en el guión y el rodaje está en marcha, Catrin y Buckley pasan mucho tiempo juntos, trabando una amistad basada en intimidades: veremos que puede haber tanta intimidad detrás de las cámaras como en la pantalla.
Sintiendo el peso de sus responsabilidades para con Ellis, Catrin se dirige a casa, en un Londres devastado por los bombardeos: al llegar encuentra a su marido en compañía de otra mujer. Catrin se siente emocionalmente destrozada, con lo cual decide regresar a Norfolk, y volver a estar junto a Buckley, para acabar lo que habían empezado: hacer una película que levante los ánimos de un país y conseguir el interés de los americanos.
Es a través del poder de la película y de su nuevo amor con Buckley que los ojos de Catrin se abren a quién es ella realmente y a la posibilidad de comenzar una nueva vida. Después de todo, si hay algo que ella ha aprendido del tiempo transcurrido en la industria del cine, es que el espectáculo siempre debe continuar.
THEIR FINEST es un retrato ingenioso, romántico y emocionante de una mujer joven que encuentra su camino, y su voz, en el caos de la guerra. La película tiene como principal protagonista a Gemma Arterton (“Prince of Persia”, “Melanie. The girl with all the gifts”), una de las actrices británicas con mayor proyección internacional que ha trabajado a las ordenes de directores de la talla de Guy Ritchie o Neil Jordan. Completan este reparto de lujo: Bill Nighy (“Love actually”, “Pride”), ganador de dos premios BAFTA y un Globo de Oro y a quien en breve veremos en el nuevo trabajo de Isabel Coixet “The Bookshop”, Sam Clafin, el joven actor británico mundialmente conocido por su papel de Finnick Odair en la saga “Los juegos del hambre” y Jeremy Irons ("Inseparables").
THEIR FINEST está producida por BBC Films y por los responsables de éxitos como “Brooklyn” de John Crowley, “Carol” de Todd Haynes o “La Juventud” de Paolo Sorrentino.
El film tuvo su presentación mundial en la pasada edición del Festival de Toronto. Tras su paso por el Festival de Londres, THEIR FINEST se presentará en la próxima edición del Festival de Sundance que empieza este jueves, dentro de la sección Spotlight (lo mejor de otros festivales). La película se estrenará en Estados Unidos de la mano de STX el 24 de marzo, en Reino Unido el 21 de abril de la mano de Lionsgate y el 14 de julio en España distribuida por A contracorriente films.
La directora danesa Lone Scherfig llega a este proyecto tras haber concluido una trilogía de de producciones aclamadas, con 'An Education', 'One Day (Siempre el mismo día)' y 'The Riot Club'. Su sensibilidad como cineasta casa a la perfección con el cine británico, y Amanda Posey cuenta que no dudó ni un segundo en darle la dirección de Su mejor historia. "Había trabajado con Lone antes en An Education, así que obviamente era una gran admiradora suya. A los actores les encanta trabajar con ella. En esta película era necesario hacer muchos tipos de interpretaciones distintas: algunos personajes tienen mucha gracia y resultan bastante directos, mientras que otros necesitan una profundidad y una riqueza palpables. Necesitábamos a un director que tuviese esa profundidad y esa sutileza. Lone cuenta con eso en su trayectoria. También le encanta el juego entre el drama y la comedia, y con un guión que tiene momentos cómicos y escenas trágicas y emotivas, necesitábamos a alguien que pudiera andar por todos esos terrenos.”
Para Stephen Woolley, toda una vida de admiración por las películas de este período fue un impulso de su pasión como productor británico. Los conocimientos que llegó a adquirir también fueron un activo muy valioso para este proyecto en concreto.
"La historia de nuestra película dentro de la película, 'The Nancy Starling', que es la historia del rescate de soldados heridos en Dunkerque, está magnificada, pero la gente en esos momentos podía conectar con eso”, dice. "Había un componente de responsabilidad social en el hecho de contar historias sobre personas reales pero 'invisibles' y eso es lo que resulta tan interesante de los nuevos cineastas jóvenes de ese momento, como Powell y Pressburger, David Lean y Carol Reed. Estaban haciendo películas sobre la gente corriente, porque de repente sus vidas eran inquietantes y peligrosas y estaban llenas de consecuencias a menudo trágicas. La gente quería ver sus historias en la pantalla, no querían el típico escapismo de Hollywood. Así que escritoras como Diana Morgan -fuente de inspiración sobre la que Lissa Evans creó el personaje de Catrin- comenzaron a surgir con naturalidad. Originaria de Gales, Diana Morgan fue contratada por la Ealing para escribir la “bazofia”, es decir, los diálogos femeninos de las películas, películas que estaban dominadas por personajes masculinos. Sin embargo, pronto se empezaron a producir películas que tenían un punto de vista más femenino, con lo cual ella escribía bastante más que simple diálogo. Como ella misma ha contado, aparece en los créditos de películas que casi no escribió, y en cambio no aparece en otras que reescribió por completo: eso era el resultado de lo caótico que era el proceso de elaboración del guión. Los guiones se escribían en los estudios de rodaje, de la misma manera en que los acontecimientos de la guerra cambiaban a diario."
"Muchas de las nuevas películas, especialmente las películas ambientadas fuera del frente, reflejaban "la guerra de la gente". Desaparecieron las historias sobre altos mandos altivos con esposas y novias devoradas por la angustia. El público tampoco buscaba biografías vivaces de reyes importantes ni una visión edulcorada y amable del gran Imperio Británico. En lugar de eso, deseaban y pedían historias sobre la gente corriente como Sangre, sudor y lágrimas, Went the Day Well?, The Foreman Went to France, One of Our Aircraf is Missing, El sexo débil, Millions Like Us, The Bells Go Down y The Way Forward. Eran películas que contaban historias de gente que tenía conductas heroicas, que vivía en condiciones terribles y que a menudo, aunque no siempre, acababan triunfando. Estas películas solían estar inspiradas o basadas en documentales y cortometrajes producidos por el Ministerio de Información como películas de propaganda. Eran documentales excelentes como Fires Were Started, London Can Take It, Night Shift y Listen to Britain. También se produjeron algunos cortometrajes con grandes actores y estrellas del momento. Celia Johnson, una grandísima estrella del West End hizo su primera aparición en cine en dos de estos cortometrajes: We Serve y Letter From Home. El primero era una producción destinada a promover el alistamiento de las mujeres. El segundo únicamente se distribuyó en Estados Unidos para promover que América se incorporase a la guerra. Ambos cortometrajes fueron dirigidos por Carol Reed."
"Esta nueva cosecha de películas fue filmada y realizada principalmente en los estudios de Londres y los alrededores. Era la zona donde se podía asistir al bombardeo de la población indefensa y desarmada y las muertes que producía. Estas películas reflejaban el estado de ánimo del público, una voluntad de desafío combinada con un humor fatalista. De hecho, aunque los robos eran un problema, el nivel de criminalidad era muy bajo teniendo en cuenta que casi no había policía. De manera un poco increíble, la gente pudo reírse de sí misma y de la situación con facilidad. Eso quedaba reflejado en las películas que se estaban realizando: de hecho, el humor es el tema recurrente que todas estas películas tienen en común.”
"Hacer películas en tiempo de guerra fue algo extraordinario porque, como dijo Carol Reed, cuando llegabas al trabajo no sabías si los actores, el equipo técnico, los decorados o incluso el estudio existirían. Y las películas tenían un propósito real: transmitir información a un público sitiado, mantener sus esperanzas vivas, manifestar ante América y ante el resto del mundo libre (especialmente en las primeras películas) que Gran Bretaña seguía con vida y seguía peleando. Hoy en día todos los que trabajamos en el cine hablamos de las películas como si fuese algo de vida o muerte, por ejemplo cuando un actor acepta un trabajo distinto al que le hemos propuesto, o cuando perdemos la financiación de una película. Pero no son cuestiones de vida o muerte. En aquellos días, sin embargo, sí era cuestión de vida o muerte: cada semana 30 millones de personas iban al cine en Gran Bretaña, la mayoría eran mujeres que necesitaba que esos mensajes estuviesen en la películas, era un imperativo.”
La pasión que siente Woolley por el cine de esa época se transmite a la película. Todos los que han colaborado con el venerable productor admiten que sus conocimientos y su entusiasmo resultan contagiosos.
"Stephen Wolley es el mayor cinéfilo que se pueda imaginar, es muy estimulante, porque conoce todas estas películas y las ha visto", dice Lone Scherfig. "Fue un verdadero privilegio trabajar con alguien de su calidad, alguien que entiende y aprecia lo que hacen los directores".
Gemma Arterton, que interpreta el papel principal de Catrin, también habla de los impresionantes conocimientos que tiene Woolley de esta época de la historia británica.
"Stephen es un gran admirador del cine de la época de la guerra y siente una gran pasión por ese período", dice. "Él también ha hecho películas que tienen papeles interesantes para las mujeres, así que escucho con detenimiento si me aconseja hacer algo. Tuve mucha suerte de tener a Lone y a Stephen pasándome muchas películas para poder verlas.”
Para Sam Claflin, recibir consejos cinematográficos de Stephen Woolley es algo que no ha cesado porque haya concluido la producción de la película.
"Teniendo en cuenta que en realidad hemos terminado el trabajo hace poco, él todavía me envía películas mudas, o películas de la época que cree que debo ver,” dice sonriendo. "Me gustaría creer que soy un cinéfilo, pero un cinéfilo contemporáneo. A mi me resulta muy difícil encontrar el tiempo para ver películas antiguos o incluso para repescar películas que me perdí cuando era pequeño. Pero Stephen es alguien que intenta que hagas una inmersión en los clásicos. Solo puedo decir que estoy muy agradecido.” En cuanto a Amanda Posey, ella pensó que poder contar con todo los conocimientos que Woolley tenía, le iba a permitir centrarse más en la historia que tenían entre manos: eso hizo posible que surgiese una relación de trabajo próspera para ambos.
"Nunca tuvimos que preocuparnos de que Lone, yo misma o los jefes de departamento hubiéramos visto cada película británica realizada en esa época porque sabíamos que Stephen Woolley las había visto todas", dice. "Era como un jefe de archivo y documentación al que yo podía recurrir, y al cual podían mirar el diseñador de producción y Lone para preguntar: '¿está bien?'. Stephen aportó una gran cantidad de información y de conocimiento. Fue algo muy motivante, pero también creo que de alguna manera ayudó que las dos no estuviésemos inmersas en los detalles de la época y de la historia: ¡fue una combinación perfecta!”
Con un guión de Gaby Chiappe, basado en la novela de Lissa Evans 'Their Finest Hour And A Half', la película nos sitúa en un Londres vacío de hombres que luchan en el frente, Catrin Cole es contratada para dar “un toque femenino” al guión de películas de propaganda. Su talento natural es detectado rápidamente por Buckley, el productor. Con la moral del país en juego, Catrin, Buckley y un extravagante equipo de rodaje trabajan para rodar una película que llegue a los corazones de la nación.
En medio de la terrible Segunda Guerra Mundial, con un número cada vez mayor de hombres enviados al frente a luchar por sus vidas, las bombas siguieron cayendo sin descanso sobre Londres. Aquellos que se quedaban, básicamente mujeres, niños y ancianos, necesitaban algo que les levantase la moral y con lo que pudiesen conectar de inmediato. Por este motivo las películas se convirtieron en un método fundamental para ayudar a levantar los ánimos de la nación durante este período deprimente.
Ir al cine era una oportunidad para entrar en contacto con el resto de la gente y una manera de recibir algo de esperanza y de optimismo, aunque el público estuviese pidiendo realismo.
Catrin Cole (Gemma Arterton), una guionista inteligente, tiene un trabajo que consiste en escribir diálogos de personajes femeninos (lo que sus compañeros guionistas masculinos denominan despectivamente “bazofia”), para películas de propaganda que debían reflejar el nuevo estado de ánimo de la nación y conseguir llegar a los corazones y a las cabezas de las mujeres, que se habían convertido, de manera creciente, en la mayor parte de la mano de obra. Tiene que trabajar junto a Buckley (Sam Claflin) su compañero guionista: una persona de carácter directo. Los dos se enamoran de una historia de aire patriótico: dos hermanas gemelas que salieron al mar en el desvencijado barco de su padre –un borracho- para rescatar a unos valientes soldados heridos en Dunkerque.
Catrin trata de mantener un compromiso con el realismo, con lo cual queda un poco disgustada cuando se entera de que la historia es en parte falsa. Sin embargo, teniendo en cuenta su obligación de levantar los ánimos del país y observando su situación económica precaria, decide ponerse a escribir la historia que la gente quiere oír. Mientras está inmersa en esta historia profunda y dramática, empieza a vivir una historia propia: la narradora no solo se convierte en alguien valorado, pasando a ser un auténtico activo para el Ministerio de Información -que tiene que aprobar todos los guiones- sino que también pasa a tener un gran atractivo para Buckley.
Mientras intenta encontrar su camino en esta complicada situación, sobre todo teniendo en cuenta que está casada, y que su marido es el pintor de temas bélicos Ellis (Jack Huston), decide trasladarse a la costa sudoeste para empezar la producción de la película. Al frente de los intérpretes del reparto esthan empezado a pasar algo del pasadoromrio, y teniendo que acomodarse a la realidad de que los ddo, pasando a ser un autl. á el actor dramático Ambrose Hilliard (Bill Nighy), egoísta aunque con mucho carisma, reticente a aceptar un papel de secundario, y teniendo que acomodarse a la realidad de que los días en que era el protagonista romántico de las películas ya pertenecen al pasado. Junto al actor está su nueva agente (Helen McCrory) que presiona al actor para que acepte este nuevo camino en su carrera. Ella es la hermana de su amigo y antiguo agente Sammy (Eddie Marsan), que ha muerto recientemente. En el reparto encontramos también a un heroico piloto americano: Carls Lundbeck (Jake Lacy). Es un actor no profesional que necesita hacer muchos ensayos y que en realidad ha sido contratado para alentar al público americano –y a todos los Estados Unidos- a que se incorpore a la guerra junto a Gran Bretaña en su lucha contra la Alemania nazi.
Mientras siguen trabajando en el guión y el rodaje está en marcha, Catrin y Buckley pasan mucho tiempo juntos, trabando una amistad basada en intimidades: veremos que puede haber tanta intimidad detrás de las cámaras como en la pantalla.
Sintiendo el peso de sus responsabilidades para con Ellis, Catrin se dirige a casa, en un Londres devastado por los bombardeos: al llegar encuentra a su marido en compañía de otra mujer. Catrin se siente emocionalmente destrozada, con lo cual decide regresar a Norfolk, y volver a estar junto a Buckley, para acabar lo que habían empezado: hacer una película que levante los ánimos de un país y conseguir el interés de los americanos.
Es a través del poder de la película y de su nuevo amor con Buckley que los ojos de Catrin se abren a quién es ella realmente y a la posibilidad de comenzar una nueva vida. Después de todo, si hay algo que ella ha aprendido del tiempo transcurrido en la industria del cine, es que el espectáculo siempre debe continuar.
THEIR FINEST es un retrato ingenioso, romántico y emocionante de una mujer joven que encuentra su camino, y su voz, en el caos de la guerra. La película tiene como principal protagonista a Gemma Arterton (“Prince of Persia”, “Melanie. The girl with all the gifts”), una de las actrices británicas con mayor proyección internacional que ha trabajado a las ordenes de directores de la talla de Guy Ritchie o Neil Jordan. Completan este reparto de lujo: Bill Nighy (“Love actually”, “Pride”), ganador de dos premios BAFTA y un Globo de Oro y a quien en breve veremos en el nuevo trabajo de Isabel Coixet “The Bookshop”, Sam Clafin, el joven actor británico mundialmente conocido por su papel de Finnick Odair en la saga “Los juegos del hambre” y Jeremy Irons ("Inseparables").
THEIR FINEST está producida por BBC Films y por los responsables de éxitos como “Brooklyn” de John Crowley, “Carol” de Todd Haynes o “La Juventud” de Paolo Sorrentino.
El film tuvo su presentación mundial en la pasada edición del Festival de Toronto. Tras su paso por el Festival de Londres, THEIR FINEST se presentará en la próxima edición del Festival de Sundance que empieza este jueves, dentro de la sección Spotlight (lo mejor de otros festivales). La película se estrenará en Estados Unidos de la mano de STX el 24 de marzo, en Reino Unido el 21 de abril de la mano de Lionsgate y el 14 de julio en España distribuida por A contracorriente films.
La directora danesa Lone Scherfig llega a este proyecto tras haber concluido una trilogía de de producciones aclamadas, con 'An Education', 'One Day (Siempre el mismo día)' y 'The Riot Club'. Su sensibilidad como cineasta casa a la perfección con el cine británico, y Amanda Posey cuenta que no dudó ni un segundo en darle la dirección de Su mejor historia. "Había trabajado con Lone antes en An Education, así que obviamente era una gran admiradora suya. A los actores les encanta trabajar con ella. En esta película era necesario hacer muchos tipos de interpretaciones distintas: algunos personajes tienen mucha gracia y resultan bastante directos, mientras que otros necesitan una profundidad y una riqueza palpables. Necesitábamos a un director que tuviese esa profundidad y esa sutileza. Lone cuenta con eso en su trayectoria. También le encanta el juego entre el drama y la comedia, y con un guión que tiene momentos cómicos y escenas trágicas y emotivas, necesitábamos a alguien que pudiera andar por todos esos terrenos.”
El cine británico durante la Segunda Guerra Mundial
El rostro del cine británico, tal como lo reconocemos hoy en día, fue creado y definido durante los años cuarenta gracias a películas de propaganda muy similares a las que nuestros protagonistas están rodando en 'Su mejor historia'. El glamour y el brillo de Hollywood estaban demasiado alejados de la realidad y el público buscaba un reflejo apropiado del mundo en el que vivía. Ese reflejo tuvo una influencia determinante en la siguiente generación de cineastas de la productora Ealing, la de de las películas “de fregadero” de finales de los 50, y la de principios de los 60, con películas como 'Mirando hacia atrás con ira' o 'Cathy Come Home'. La influencia llega incluso a cineastas de hoy en día como Mike Leigh o Ken Loach.Para Stephen Woolley, toda una vida de admiración por las películas de este período fue un impulso de su pasión como productor británico. Los conocimientos que llegó a adquirir también fueron un activo muy valioso para este proyecto en concreto.
"La historia de nuestra película dentro de la película, 'The Nancy Starling', que es la historia del rescate de soldados heridos en Dunkerque, está magnificada, pero la gente en esos momentos podía conectar con eso”, dice. "Había un componente de responsabilidad social en el hecho de contar historias sobre personas reales pero 'invisibles' y eso es lo que resulta tan interesante de los nuevos cineastas jóvenes de ese momento, como Powell y Pressburger, David Lean y Carol Reed. Estaban haciendo películas sobre la gente corriente, porque de repente sus vidas eran inquietantes y peligrosas y estaban llenas de consecuencias a menudo trágicas. La gente quería ver sus historias en la pantalla, no querían el típico escapismo de Hollywood. Así que escritoras como Diana Morgan -fuente de inspiración sobre la que Lissa Evans creó el personaje de Catrin- comenzaron a surgir con naturalidad. Originaria de Gales, Diana Morgan fue contratada por la Ealing para escribir la “bazofia”, es decir, los diálogos femeninos de las películas, películas que estaban dominadas por personajes masculinos. Sin embargo, pronto se empezaron a producir películas que tenían un punto de vista más femenino, con lo cual ella escribía bastante más que simple diálogo. Como ella misma ha contado, aparece en los créditos de películas que casi no escribió, y en cambio no aparece en otras que reescribió por completo: eso era el resultado de lo caótico que era el proceso de elaboración del guión. Los guiones se escribían en los estudios de rodaje, de la misma manera en que los acontecimientos de la guerra cambiaban a diario."
"Muchas de las nuevas películas, especialmente las películas ambientadas fuera del frente, reflejaban "la guerra de la gente". Desaparecieron las historias sobre altos mandos altivos con esposas y novias devoradas por la angustia. El público tampoco buscaba biografías vivaces de reyes importantes ni una visión edulcorada y amable del gran Imperio Británico. En lugar de eso, deseaban y pedían historias sobre la gente corriente como Sangre, sudor y lágrimas, Went the Day Well?, The Foreman Went to France, One of Our Aircraf is Missing, El sexo débil, Millions Like Us, The Bells Go Down y The Way Forward. Eran películas que contaban historias de gente que tenía conductas heroicas, que vivía en condiciones terribles y que a menudo, aunque no siempre, acababan triunfando. Estas películas solían estar inspiradas o basadas en documentales y cortometrajes producidos por el Ministerio de Información como películas de propaganda. Eran documentales excelentes como Fires Were Started, London Can Take It, Night Shift y Listen to Britain. También se produjeron algunos cortometrajes con grandes actores y estrellas del momento. Celia Johnson, una grandísima estrella del West End hizo su primera aparición en cine en dos de estos cortometrajes: We Serve y Letter From Home. El primero era una producción destinada a promover el alistamiento de las mujeres. El segundo únicamente se distribuyó en Estados Unidos para promover que América se incorporase a la guerra. Ambos cortometrajes fueron dirigidos por Carol Reed."
"Esta nueva cosecha de películas fue filmada y realizada principalmente en los estudios de Londres y los alrededores. Era la zona donde se podía asistir al bombardeo de la población indefensa y desarmada y las muertes que producía. Estas películas reflejaban el estado de ánimo del público, una voluntad de desafío combinada con un humor fatalista. De hecho, aunque los robos eran un problema, el nivel de criminalidad era muy bajo teniendo en cuenta que casi no había policía. De manera un poco increíble, la gente pudo reírse de sí misma y de la situación con facilidad. Eso quedaba reflejado en las películas que se estaban realizando: de hecho, el humor es el tema recurrente que todas estas películas tienen en común.”
"Hacer películas en tiempo de guerra fue algo extraordinario porque, como dijo Carol Reed, cuando llegabas al trabajo no sabías si los actores, el equipo técnico, los decorados o incluso el estudio existirían. Y las películas tenían un propósito real: transmitir información a un público sitiado, mantener sus esperanzas vivas, manifestar ante América y ante el resto del mundo libre (especialmente en las primeras películas) que Gran Bretaña seguía con vida y seguía peleando. Hoy en día todos los que trabajamos en el cine hablamos de las películas como si fuese algo de vida o muerte, por ejemplo cuando un actor acepta un trabajo distinto al que le hemos propuesto, o cuando perdemos la financiación de una película. Pero no son cuestiones de vida o muerte. En aquellos días, sin embargo, sí era cuestión de vida o muerte: cada semana 30 millones de personas iban al cine en Gran Bretaña, la mayoría eran mujeres que necesitaba que esos mensajes estuviesen en la películas, era un imperativo.”
La pasión que siente Woolley por el cine de esa época se transmite a la película. Todos los que han colaborado con el venerable productor admiten que sus conocimientos y su entusiasmo resultan contagiosos.
"Stephen Wolley es el mayor cinéfilo que se pueda imaginar, es muy estimulante, porque conoce todas estas películas y las ha visto", dice Lone Scherfig. "Fue un verdadero privilegio trabajar con alguien de su calidad, alguien que entiende y aprecia lo que hacen los directores".
Gemma Arterton, que interpreta el papel principal de Catrin, también habla de los impresionantes conocimientos que tiene Woolley de esta época de la historia británica.
"Stephen es un gran admirador del cine de la época de la guerra y siente una gran pasión por ese período", dice. "Él también ha hecho películas que tienen papeles interesantes para las mujeres, así que escucho con detenimiento si me aconseja hacer algo. Tuve mucha suerte de tener a Lone y a Stephen pasándome muchas películas para poder verlas.”
Para Sam Claflin, recibir consejos cinematográficos de Stephen Woolley es algo que no ha cesado porque haya concluido la producción de la película.
"Teniendo en cuenta que en realidad hemos terminado el trabajo hace poco, él todavía me envía películas mudas, o películas de la época que cree que debo ver,” dice sonriendo. "Me gustaría creer que soy un cinéfilo, pero un cinéfilo contemporáneo. A mi me resulta muy difícil encontrar el tiempo para ver películas antiguos o incluso para repescar películas que me perdí cuando era pequeño. Pero Stephen es alguien que intenta que hagas una inmersión en los clásicos. Solo puedo decir que estoy muy agradecido.” En cuanto a Amanda Posey, ella pensó que poder contar con todo los conocimientos que Woolley tenía, le iba a permitir centrarse más en la historia que tenían entre manos: eso hizo posible que surgiese una relación de trabajo próspera para ambos.
"Nunca tuvimos que preocuparnos de que Lone, yo misma o los jefes de departamento hubiéramos visto cada película británica realizada en esa época porque sabíamos que Stephen Woolley las había visto todas", dice. "Era como un jefe de archivo y documentación al que yo podía recurrir, y al cual podían mirar el diseñador de producción y Lone para preguntar: '¿está bien?'. Stephen aportó una gran cantidad de información y de conocimiento. Fue algo muy motivante, pero también creo que de alguna manera ayudó que las dos no estuviésemos inmersas en los detalles de la época y de la historia: ¡fue una combinación perfecta!”
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